Con cánticos, Señor,
mi corazón y voz
adoran con fervor
a Ti, bendito Dios.
En Tu Mansión yo te veré
y galardón feliz tendré.
Innumerables son
Tus bienes y sin par,
que por Tu compasión
recibo sin cesar.
En Tu Mansión yo te veré,
y galardón feliz tendré.
Tú eres, ¡oh, Señor!
mi sumo, todo bien;
mil lenguas Tu amor
cantando siempre estén.
En Tu Mansión yo te veré,
y galardón feliz tendré. *