En PREGUNTAS
​A lo largo de las Escrituras encontramos diferentes significados de la palabra "mundo".  Un error bastante grave que se comete a la hora de interpretar este término es atribuirle una categoria que el contexto no le concede, ya que varía su significado de una manera importante dependiendo del asunto al que se esté refiriendo.

​  La palabra «mundo» se mal utiliza normalmente en los versículos que
tienen que ver con la salvación, argumentando que literlamente está
diciendo que Cristo murió por todos los hombres de todo el mundo.  Pero
… ¿es esa la interpretación correcta de los versículos tomados en su
contexto y en la enseñanza general de las Escrituras?

​ «UNA EXPLICACIÓN DE LOS VERSÍCULOS QUE USAN LA PALABRA «MUNDO»

En un sentido soy reacio a mencionar cualquier pasaje de la Escritura que haya sido usada para apoyar la idea de que Cristo murió por todos los hombres. Esto no es debido a que tales versículos sean difíciles de explicar, sino sólo porque no estoy dispuesto a mencionar una falsedad. Pero supongo que la mayoría de estos versículos ya habrán sido traídos a la atención de mis lectores, por aquellos que sostienen dicho error. Así que ahora procedo a darles respuesta. Una advertencia: no sean arrastrados por el mero sonido de las palabras. Siempre recuerden lo que es la línea general de la enseñanza bíblica y nunca interpreten un versículo de forma contraria a la dirección del resto de la Escritura. Por ejemplo, podemos demostrar que la palabra «mundo» tiene que significar lo que los versículos en su contexto señalan. Hay cinco usos diferentes de la palabra «mundo»:

1. El universo material o la tierra habitable. Job 34:13; Mat.13:38; Hch. 17:24; Ef. 1:4 y muchos otros textos.

2. La gente del mundo, como: Todos sin excepción; Rom. 3:6 Todos sin diferencia; Juan 7:4 Muchos hombres; Mat. 18:7 La mayoría de los hombres; Rom. 1:8 El Imperio Romano; Luc. 2:1 Hombres buenos; (creyentes) Juan 6:33 Hombres malos; (incrédulos) Juan 14:17 y muchos otros textos.

3. El mundo como un sistema corrupto; Gál. 6:14 y muchos otros textos.

4. El estado humano; Juan 18:36 y muchos otros textos.

5. El reino de Satanás; Juan 14:30 y muchos otros textos. Algunos pudieran objetar que el «mundo» siempre debería tener el mismo significado en cualquier texto de la Escritura. Yo contesto que eso no puede ser correcto porque hay algunos textos que dan diferentes significados a la misma palabra, en una misma declaración. Por ejemplo, en Mateo 8:22 «muertos», significa primero los que están espiritualmente muertos y, segundo los que están físicamente muertos.

En Juan 1:10 la palabra mundo significa:
– Primero la tierra habitable (de Palestina),
– Segundo el planeta y
– Tercero, algunos hombres sobre la tierra.

Puesto que la palabra «mundo» es usada a veces con un significado que no se refiere a todos los hombres, entonces no puede ser argumentado que siempre tiene que significar todos los hombres sin excepción. Hay varios textos en donde la palabra mundo claramente significa menos que todos los hombres:

1. Lucas 2:1 «todo el mundo». Esto claramente significa el Imperio Romano, y no puede significar literalmente ,cada persona en el mundo.

2. Juan 1:10 «El mundo no le conoció». Pero algunos hombres creyeron en El. Por lo tanto «el mundo» no se puede referir a todos.

3. Juan 8:26 «Esto hablo al mundo». Pero solamente algunos judíos le escucharon; entonces «mundo» no puede significar todos los hombres que habitan en la tierra..

4. Jn.12:19 «El mundo va tras Él». Esto sólo puede referirse a que algunos de la nación judía iban tras El y esto no significa todos.

5. 1 Jn.5:19 «El mundo entero está bajo el maligno». Pero hay muchos creyentes verdaderos en el mundo que evidentemente no están bajo el poder del maligno, entonces, una vez más, mundo no significa todos.

Por tanto, si la palabra «mundo» comúnmente significa sólo algunos hombres en el mundo, no veo ninguna razón por la cual la palabra debiera significar otra cosa en los textos donde es usada en relación con la salvación. Ahora comentaremos sobre algunos textos que usan la palabra mundo, tales como; Jn. 1:29, 3:16, 4:42, 6:51; 2 Cor.5:19 y 1Jn.2:2. Usando tales versículos algunos argumentan:

1. Que el mundo contiene todos y cada uno de los hombres.
2. Se dice que Cristo murió por el mundo.
3. Por lo tanto, Cristo murió por todos y cada uno de los hombres.

Este razonamiento es defectuoso porque la palabra «mundo» está siendo usada en dos sentidos diferentes. En la primera declaración «mundo» significa el planeta tierra. En la segunda declaración, la palabra es usada para referirse a la gente del mundo. No hay ningún significado común entre estas dos declaraciones. Así pues, la conclusión obtenida debe ser falsa (a menos que uno quisiera comprobar que Cristo murió por el planeta tierra). Algunos han tratado de plantear el mismo argumento en la siguiente manera:

1. En algunos textos en la Escritura «mundo» significa todos y cada uno de los hombres.
2. En algunos textos, la Escritura dice que Cristo murió por todo el mundo.
3. Por lo tanto Cristo murió por todos y cada uno de los hombres.

Que este argumento es ridículo, debería ser obvio a cualquiera. Para comprobarlo tendrían que demostrar que «algunos textos» de la primera declaración, son los mismos de la segunda declaración. Si no se puede hacer tal demostración, el argumento no prueba nada. De todas formas, una conclusión universal no puede ser deducida de una declaración limitada, como ya vimos antes. Así pues en una forma preliminar, creo que hemos puesto al descubierto los errores de los argumentos basados en el uso de la palabra «mundo». Me atrevo a decir que probablemente, nunca antes han sido producidos argumentos más débiles en defensa de una causa tan trascendente, por hombres pensantes.

Otro texto:

​Juan 3:16  Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Este texto se ha usado hasta la saciedad para intentar demostrar que Dios amó a todo el mundo en el sentido de amor sin excepción, y que Cristo murió por todos y cada uno de los hombres.   Pero esto no concuerda con la  enseñanza general de la Escritura ni con el carácter de Dios.  ¿No será más bien que Dios ama al mundo sin distinción de cual sera su raza, orígen o nación?  Por que si es así, Cristo no murió por todos los hombres del mundo, sino que murió por su pueblo que está esparcido en todas las naciones del mundo.

​Tres cosas a destacar en el estudio de Juan 3:16

  • Primero, el amor de Dios;
  • Segundo, el objeto del amor divino que aquí se identifica como «el mundo»;
  • Tercero, el propósito del amor divino: que los creyentes «no se pierdan».

Es importante que entendamos que no se puede pensar que haya alguna imperfección en Dios

La obra de Dios es perfecta. Pero si afirmamos que Dios tiene un deseo natural para la salvación de todos los hombres, entonces su fracaso al no salvar a todos los hombres significaría una debilidad y un anhelo no satisfecho en Dios. Tampoco la Escritura afirma en ningún lugar que Dios esté inclinado naturalmente para beneficiar a todos. Al contrario, es evidente que Dios es libre para tener misericordia de quienes Él quiera tener misericordia. Su amor es un acto libre de su propia voluntad, no es una emoción producida en Él por nuestro estado de miseria. (Si la miseria fuera la causa que diera origen al deseo divino de aliviarnos, entonces Dios debería tener misericordia de los demonios y de los condenados). El amor del cual este versículo nos habla es un amor especial y soberano dirigido particularmente hacia los creyentes. Las palabras «de tal manera» y «para que… no se pierda» enfatizan la naturaleza especial de este amor y su claro propósito de salvar a los creyentes de la perdición. Por lo tanto este amor no puede ser un afecto común hacia todos, algunos de los cuales perecen.

 Otros versículos concuerdan con que este amor divino es un amor soberano dirigido especialmente hacia los creyentes, por ejemplo Rom.5:8 y 1Juan 4:9-10. El lenguaje enfático de estos versículos no puede referirse a una inclinación natural para el bien de todos. Está claro que Dios quiere el bien de todos aquellos que El ama.

De esto se deduce que Dios ama sólo a aquellos que reciben ese bien. El mismo amor que le motivó a dar a Cristo, le motiva a dar también todas las demás cosas necesarias. «El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿Cómo no nos dará junto con él todas las cosas?»  (Rom.8:32) Así pues, este amor especial de Dios sólo puede pertenecer a aquellos a quienes la gracia y la gloria son otorgadas. Ahora debes juzgar; ¿Es posible que el amor divino que entregó al Hijo, sea un amor general intentado hacia todos? ¿No sería más bien un amor especial dirigido hacia los elegidos?

Debemos examinar cual sea el objeto del amor divino que aquí se denomina «el mundo»

Algunos dicen que esto debe significar todos los hombres sin excepción. Nunca he podido ver como podría tener este significado. Ya hemos demostrado que la palabra «mundo» es usada con diferentes significados en la Escritura. El amor mencionado al principio de Juan 3:16 y el propósito
señalado al fin del versículo, no pueden ser armonizados con el significado que algunos tratan de darle a la palabra «mundo» que aparece a la mitad del versículo, es decir todos los hombres sin excepción.

Por nuestra parte la palabra «mundo» debe ser entendida como todos los
elegidos de Dios esparcidos por todo el mundo. Los beneficios especiales
de Dios ya no están limitados solamente a los judíos. El sentido es
«que de tal manera amó Dios a sus elegidos esparcidos por todo el mundo,
que dio a su Hijo con la intención de que por medio de El todos ellos
fuesen salvos». Hay varias razones que apoyan este punto de vista. Como
ya hemos visto, el amor de Dios no puede ser extendido a todos y cada
uno de los hombres. En este versículo el «mundo» tiene que ser cualquier
mundo que en realidad recibe la vida eterna. Esto es confirmado por el
siguiente versículo -Juan 3:17 en donde se afirma que el propósito de
Dios al enviar a su Hijo fue «para que el mundo sea salvo por Él». Si la
palabra «mundo» aquí significa algo más que los creyentes elegidos,
entonces Dios ha fracasado en su propósito; no nos atrevemos a afirmar
tal cosa. No es poco común usar las palabras «mundo», «toda carne»,
«todas las naciones», «todas las familias de la tierra», etc. para
referirse al pueblo creyente de Dios. Por ejemplo: en Jn. 4:42, se
afirma que Cristo es el «Salvador del mundo». Un salvador de hombres que
no se salvan, es una contradicción de términos. Entonces aquellos que
aquí son llamados el «mundo» tienen que ser sólo los que son salvos. Hay
varias razones por las cuales los creyentes son llamados «el mundo»:
Para distinguirlos de los ángeles; para rechazar a los judíos que se
jactaban de ser ellos el único pueblo escogido por Dios.

Para enseñar la distinción entre el antiguo pacto hecho con una sola nación y el nuevo pacto por el cual personas de todas partes del mundo llegarían a ser obedientes a Cristo. Para mostrar la condición natural de los creyentes antes de su conversión, como pertenecientes al mundo. Si algunos todavía insisten en que la palabra «mundo» aquí, significa que cada hombre sin excepción es objeto del amor divino, entonces ¿Porqué Dios no les ha revelado a Cristo? ¡Que extraño! Que Dios entregara a su Hijo por ellos y nunca les dijera nada al respecto; millones de personas nunca han escuchado el evangelio. ¿Cómo podemos decir que Dios ama a cada hombre cuando en su providencia este amor no ha sido dado a conocer a cada hombre?

Finalmente, la palabra «mundo» no puede significar todos y cada uno de los hombres a menos que estés dispuesto a aceptar lo siguiente:

1. Que Dios ama a muchos en vano, puesto que perecen.
2. Que Cristo fue entregado a favor de millones los cuales nunca le conocieron.
3. Que Cristo fue entregado a favor de millones que no pueden creer en Él.
4. Que Dios cambia en su amor al abandonar a los que perecen. (o de otra manera ¿Sigue amándolos en el infierno?)
5. Que Dios falla al no darles todas las cosas a todos aquellos a quienes Cristo fue dado.
6. Que Dios no sabe de antemano quienes creerán y serán salvos.

No podemos admitir tales absurdos. El «mundo» sólo puede significar aquellas personas esparcidas a través del mundo, que son los elegidos de Dios.

La manera en la cual los elegidos de Dios llegan a tener la vida eterna es por medio de creer, «todo aquél que en Él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.» (Jn.3:16)

Si se argumenta que Cristo murió por todos los hombres y sin embargo solamente los creyentes serán salvos, entonces ¿Qué hace la diferencia entre creyentes e incrédulos?

No puede ser que los hombres mismos sean quienes hacen la diferencia,
(ver 1Cor.4:7) Entonces, Dios hace la diferencia. Pero si Dios hace la
diferencia entre los hombres ¿Cómo pudo haber dado a Cristo a favor de
todos? Este versículo (Jn.3:16) declara la intención divina de que los
creyentes sean salvos. De aquí se sigue que Dios no dio a su Hijo para
los incrédulos. ¿Cómo pudo haber dado a su Hijo por aquellos a quienes
no les dio la gracia para creer?

Ahora, evalúa todas estas cosas y especialmente la primera, el amor de Dios. ¿Es posible que sea un afecto general hacia todos, el cual puede tolerar la perdición de muchos de los así llamados? Por otro lado ¿No es mejor entender este amor como aquél único y especial amor del Padre hacia sus hijos creyentes, el cual asegura su futuro?

Con esto tienes la respuesta acerca de si la Escritura enseña que Cristo murió como un rescate general (sin eficacia respecto a muchos por los cuales fue pagado) o como una redención particular gloriosamente eficaz para cada creyente. Recuerda que Juan 3:16 es usado frecuentemente para apoyar la idea de que Cristo murió por cada hombre, algo que es completamente inconsistente con la enseñanza del texto, como ya he demostrado.

Extracto del libro: la muerte de la muerte por la muerte de Cristo, de John Owen

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