En SERIES DE PREDICACIONES
​La  verdad del evangelio nunca será popular para la gente del mundo, porque son dos concepciones de la vida completamente distintas y opuestas.

Hay creyentes que están convencidos de que la mejor manera de ganar a la gente del mundo es adaptarse a sus normas y a sus gustos.   Es decir: hagamos lo que hace el mundo para que el mundo se sienta cómodo con nosotros. 

Cuando los cristianos se desvían de la tarea de confrontar los engaños del mundo con las verdades bíblicas, verdades que son impopulares, verdades que no le gusta al hombre,  la iglesia pierde su influencia, deja de ser luz, de ser sal y niega su función de ser columna y baluarte de la verdad.  Quien cede ante la corriente de este mundo y acomoda el mensaje de Cristo al entorno social que le ha tocado vivir, no es una iglesia del Dios vivo y verdadero, sino una sinagoga de  Satanás.

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Estudios sobre el evangelio de Juan