En SERIES DE PREDICACIONES
​Nuestro Señor ora para que su pueblo sea protegido, porque Él sabía por experiencia propia, ya que padeció el escarnio, la burla, el desprecio, el insulto, y todo tipo de vejaciones, del ataque contundente del mundo en el que vivimos y del dios de este mundo. A pesar de conocer todo esto, el Señor no permite que su pueblo sea sacado del mundo, ni que se aísle, sino que nos deja en el mundo, sabiendo a qué nos tenemos que enfrentar. 

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Estudios sobre el evangelio de Juan