En SERIES DE PREDICACIONES
​No hay otro camino para acercarse a Dios.  Cristo dice: "Yo soy el camino, nadie viene al Padre sino por mí".  El hombre quiere llegar a la justificación y a la salvación marcándose su propio camino, siendo bueno, siendo justo, siendo amable, siendo buena persona, pero de nada vale trazarse el propio camino, ya sea un camino de lágrimas, o de penitencias, o de irse al lejano oriente a hacer labores humanitarias, o hacer propósitos de enmienda, o el de la esperanza de que Dios le tratará con mucha misericordia y tendrá un lugar seguro  en los cielos.  No. Dios no actúa según nuestras opiniones o criterios. Si alguien desoye estas amonestaciones de Dios, encontrará el día del juicio lo que nunca se imaginó ni en sus más terribles pesadillas...

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Estudios sobre el evangelio de Juan