En SERIES DE PREDICACIONES
​Debemos recordar que el trabajo no fue un invento del hombre, ni mucho menos un castigo de Dios por causa del pecado.  El trabajo fue dado por Dios como una de las actividades imprescindibles del ser humano, por lo tanto todos tenemos unas responsabilidades que cumplir donde la pereza o la holgazanería no tienen cabida.

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Estudios sobre el evangelio de Juan